Comenzamos el 2017 chileno siendo tratadas por una nueva alcaldesa de derecha- aquellas que creemos que las mujeres somos personas- como “feministas con bigote”, lo que provocó una masiva e hilarante respuesta en redes sociales, donde cientas de mujeres se fotografiaron orgullosamente bigotudas, y de paso se evidenció nuevamente la ignorancia de una parte del país sobre lo que es el feminismo y sus defensoras.
Terminamos el 2017 conociendo el caso de Natalie Salvatierra, periodista que se desempeñaba en un municipio de la capital y que decidió renunciar, luego de que su jefa la excluyera de participar en un acto público debido a que su falda era muy corta. La joven periodista denunció además una serie de actos machistas y discriminadores hacia las mujeres. La respuesta de la ex jefa para negar su machismo lo dice todo: “Trabajamos muchas mujeres acá y todas se preocuparon de ir bien vestidas”
Con estos dos casos que pueden parecer inofensivos iniciamos y cerramos un 2017 de horribles casos de machismo, sexismo y violencia contra las mujeres, pero por sobre todo, un año en el que la sororidad entre mujeres se impone como una hermosa muestra de rebeldía y conciencia.
Sororidad como una fortaleza de las mujeres frente a una sociedad patriarcal, capitalista, heteronormada y europeocentrica, que a diario nos grita a la cara que nos quiere sumisas, quietas, obedientes, flacas, madres obligadas, esposas heterosexuales y que cada acción diferente será oprimida.
Vayamos desde lo horrible de este 2017 hacia lo hermoso. De lo más machista, misógino, violento y brutal que tuvimos que vivir este año, para avanzar hacia lo más hermoso y alegre.
PRIMERO ESTA LO HORRIBLE, que parte el último día del 2016 cuando se dió a conocer la “maravillosa” idea de 9 marinos de la Fragata Lynch de la Armada Chilena, a quienes se les ocurrió utilizar sus conocimientos en tecnología para instalar un sofisticado sistema de espionaje de sus compañeras marinas. Los marinos no solo se contentaron con traspasar la privacidad de sus compañeras cuando dormían, se vestían y bañaban, sino que además difundían estas imágenes por redes sociales.
También entre lo horrible, está el autodenominado “bus de la libertad” del proyecto de CitizenGo, Padres Objetores de Chile y el Observatorio Legislativo Cristiano, y su mensaje de discriminación, en contra de los avances de la ley de identidad de género, matrimonio igualitario y la despenalización del aborto en tres causales.
La vocera del bus, Marcela Aranda- que meses después sabríamos es madre de una joven transgénero- se paseo por las calles de diversas ciudades de Chile con su discurso de odio e ignorancia, afirmando que la “ideología de género” enseña a los niños y niñas “que es bueno tragar semen, y que es casi un suplemento alimenticio”. OK.
También en lo horrible está la defensa del femicida frustrado de Nabila Rifo. Por casi un mes fuimos testigos de las más horribles expresiones del machismo que justifica un ataque tan brutal como el que vivió Nabila. Desde el abogado del femicida frustrado, las declaraciones de sus amigos, la acción de algunos medios y las reacciones de ciertas personas en redes sociales.
LUEGO ESTA LO ASQUEROSO. Porque la mente machista nunca deja de sorprendernos, también un coletazo de los últimos días de 2016 nos dejó una postal que repercutió en los primeros días de 2017: la ASEXMA, Asociación de Exportadores de Manufacturas, decidió regalarle al Ministro de Economía, una muñeca inflable para que “estimule la economía”
Luego vinieron una seguidilla de chistes machistas y sexistas, que fueron rechazados en redes sociales uno tras otro. Hasta que llegó el que rebaso el vaso, como siempre. El entonces candidato a la presidencia de Chile, hoy presidente electo, en un acto de campaña, contó: todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas; luego todos los hombres nos tiramos encima y nos hacemos los vivos.
Hermoso, ¿no? Sintetizando en un sólo chiste, el presidente electo realizó apología a la violación y el abuso sexual, al sexo sin consentimiento, a la sumisión de las mujeres ante los deseos de los hombres, además de volver a mostrar su total falta de tacto.
Ambas situaciones tuvieron sendas y cerradas reacciones públicas de rechazo, que llevaron a los protagonistas a pedir disculpas públicas y dar explicaciones por lo realizado.
Así vamos transitando HACIA LO BUENO. Como el cambio del diario La Cuarta. Este periódico desde 1984 se autodenominó “el diario popular” y con un estilo sensacionalista daba a conocer sus informaciones; siempre con una alta dosis de sexismo y objetivación de las mujeres, a lo que se sumó un pésimo trato de los casos de violencia contra las mujeres.
Frente al brutal femicidio por descuartizamiento de un hombre a su pareja, titularon “El amor y los celos la mataron”, lo que desató un ola de repudio bajo el slogan “La Cuarta femicida”. A fines de 2017, el medio informó que cambiaba su línea editorial, dejaría de publicar su sección semanal Bomba 4- una pagina donde se mostraban mujeres semi desnudas al estilo Playboy- y que modificara su tratamiento hacia las mujeres.
Como esta, quisiera recordar dos situaciones de expresiones de machismo que condujeron a resultados antes inesperados para un país neoliberal e individualista como este. Valentina Henriquez es una joven chilena que fue pareja del líder la banda chilena Los tetas, Camilo Castaldi “Tea Time” y que denunció las brutales ataques que vivió por parte de este artista nacional. Su denuncia provocó un gran remezón en la escena musical chilena, mostrando además que lo de que la violencia contra las mujeres es transversal es real y desatando la declaración pública de la escena musical chilena apoyando a Valentina. La banda, después de un comunicado inicial que ponía en duda los hechos, decidió desvincular al vocalista de la banda.
Luego, vino lo bueno: un hastag #TeCreemos para responder a los y las machistas que en redes sociales comenzaron a cuestionar los motivos de Valentina para no denunciar de inmediato, una de red de apoyo a Valentina para superar las consecuencias de la violencia- como un dentista que la atendió gratis para reparar sus dientes- y una masiva marcha en distintas partes del país para decirle a todas las mujeres que viven violencia, que les creemos, que no importa cuando demoren en denunciar, siempre vamos a estar ahí y que sí, hay salida a la violencia machista.
En otra esfera está el segundo caso. Romai Ugarte es un periodista deportivo de varios años comentando principalmente futbol. En agosto el programa “En el nombre del fútbol”, en un intento del Canal del Fútbol(CDF) por dar pequeños pasos de igualdad, incluyó a la periodista Grace Lazcano, como parte de su panel de comentaristas semanales. Sentado en el panel, Ugarte actuó de manera natural, como muchos hombres actúan cuando una mujer llega a un lugar donde “no debería estar” y, quizás por lo naturalizado de su machismo, no cayó en cuenta que estaba en un estudio de televisión, cuando presentan a Lazcano realiza un gesto obsceno con su boca, como infiriendo que la joven periodista llegó hasta ese lugar por favores sexuales y no por sus capacidades.
Lo sucedido, desató nuevamente lo que he llamado “lo bueno”. Cientos de tuits en rechazo al periodista, figuras de la selección nacional de futbol sumándoselo al repudio, un apoyo cerrado a la periodista Grace Lazcano y la decisión del canal de despedir a Ugarte, muestran nuevamente que hay avances en los límites que la sociedad chilena esta dispuesta a tolerar frente al tratamiento de las mujeres.
Esto me lleva a LO HERMOSO. Luego de dos años y medio de intenso debate legislativo, en septiembre de 2017 finalmente la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo por inviabilidad fetal letal, peligro de vida de la madre y embarazo producto de una violación.
En esos dos años y medio de legislación, las mujeres de Chile fuimos tratadas de meros envases, que prestamos el cuerpo para la reproducción y conocimos que para la derecha, hay violaciones que son “menos violentas” o que en caso de embarazos por abuso sexual se le debería consultar al padre violador su opinión sobre el aborto.
Siguiendo con la línea legislativa, en las elecciones parlamentarias de noviembre se ejecutó por primera vez la paridad de género en las listas de candidatos y candidatas al Congreso Nacional. Con esto, se pasó de tener 100 candidatas hace 4 años, a 412 en estas elecciones; lo que se tradujo en que el país avanzara 48 puestos en el índice de paridad en parlamentos.
Estos dos hitos en cambios legislativos fueron empujados por la fuerza de las mujeres. Las que llevan años luchando por autonomía plena, por aquellas que tuvieron la convicción de tomar estas demandas y ponerlas en un programa de Gobierno, las que se organizan y luchan, las que trabajaron horas y días para llevar adelante las gestiones legislativas, las que marcharon y las que legislaron, todas las mujeres y su convicción de justicia.
Desde las feministas con bigote que inundaron las redes sociales, en adelante, el 2017 en Chile tuvo numerosas muestras de toma de conciencia de la opresión que viven las mujeres a diario y que suscitó grandes debates públicos, que se han tomado las sobremesas familiares y han calado en personas que antes no eran capaces de ver las desigualdades y discriminaciones que viven las mujeres.
Esta toma de conciencia no fue exclusiva de las mujeres, pues también muchos hombres iniciaron este camino, autodefiniendose como feministas, intentando deconstruir su masculinidad y transformándose en aliados de las luchas de las mujeres.
Seguir fortaleciendo la unidad y la organización, la sororidad entre mujeres y la solidaridad con los hombres como herramientas políticas para hacer caminar la toma de conciencia frente a un nuevo Gobierno de la derecha cavernaria, serán las mejores aliadas para impedir que se retroceda en la transformación de fondo que se requiere para construir una sociedad son machismos, sexismos y violencias contras las mujeres.