En medio del ajetreo de la ciudad, en el Bañado Tacumbú, una iniciativa verde está cobrando fuerza: las huertas urbanas. Estas pequeñas parcelas de verdor están cultivando no sólo alimentos, sino también un sentido de comunidad, conciencia ambiental y autonomía alimentaria.
*Por Noelia Díaz Esquivel
Edición: Mónica Bareiro
En los últimos tiempos, una iniciativa verde va tomando fuerza en las viviendas de barrios urbanos, como por ejemplo en el Bañado Tacumbu. Pero, ¿qué son realmente las huertas urbanas y por qué se están convirtiendo en una parte vital de estas comunidades?
Las huertas urbanas son espacios donde se cultiva una variedad de vegetales y hierbas directamente en el entorno urbano, ya sea en patios traseros, azoteas, o incluso en espacios comunitarios compartidos. Belén Guanes (20), una residente del Bañado Tacumbú, comparte la experiencia que están viviendo en el predio del Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos (CAMSAT) : «Tenemos nuestra huerta desde el año pasado. Empezamos con lechuga repollada, albahaca y demás, y ahora hemos ampliado con poroto, zanahoria, chilitos, locote, y tomate».
Estas iniciativas no surgen de la nada. Según explica la voluntaria, la iniciativa forma parte de un programa ecológico más amplio implementado con cooperación financiera del proyecto Voces Para la Acción Climática Justa (VAC) y WWF-Paraguay y que incluye cursos de huerta urbana. «Realizamos talleres en la huerta misma, tanto para adultos como para jóvenes. Queremos involucrar a todas y todos en esta experiencia».
Pero, ¿por qué son importantes estas huertas urbanas? Además del orgullo de ver crecer tus propios alimentos, Belén señala la importancia de reducir el consumismo y fomentar la conciencia sobre el uso del suelo de una manera más sustentable. «Generar tu propio alimento no solo es satisfactorio, sino que también ahorra dinero y es más saludable. Tratamos de fomentar eso en nuestros cursos», explica.
La participación activa es clave en estas huertas. La joven destaca cómo las personas, especialmente las señoras del barrio, están emocionadas de ver crecer sus cultivos y participan activamente en los debates sobre qué plantar y cómo cuidarlo. «Nos sentimos satisfechos al ver que les gusta y participan. Ahora queremos hacer un esfuerzo por llegar también a los jóvenes», concluye.
Así, las huertas urbanas están floreciendo en lugares como el Bañado Tacumbu, no solo como espacios verdes en medio del cemento, sino como semilleros de comunidad, conciencia ambiental y autonomía alimentaria.
*Este material fue producido en el marco del proyecto Voces Para la Acción Climática Justa, implementado en Paraguay por WWF Paraguay y Avina.