Por: Laura Cantor – Emancipa Colombia.
Desde hace varios meses se gesta en el seno de la sociedad civil colombiana una iniciativa feminista que ha retumbado en el parlamento y en los medios: “¡Paridad Ya!”, registran las banderas que los líderes y lideras sociales, políticas y políticos y organizaciones civiles han decido alzar y hondear en la búsqueda de hacerle frente a la histórica ausencia de las mujeres en los escenarios de participación política, reivindicando un derecho que nos ha sido tradicional y sistémicamente negado a las mujeres y que ha sido naturalmente asignado a los hombres: digna representación de la división sexual del trabajo y además, un estado de cosas medular en el camino de la perpetuación de la desigualdad de género.
Desde el equipo editorial colombiano de Revista Emancipa, logramos tener comunicación con Fundación Artemisas, una de las organizaciones claves dentro del proceso de organización de la campaña y así, pudimos solucionar algunas inquietudes respecto del movimiento, que nos invitan a hacer una reflexión importante sobre feminismos, mujeres, participación y representación política; aquí la entrevista:
- ¿Cómo nace la campaña #ParidadYa y quiénes la conforman?
Paridad Ya nace como una iniciativa de FESCOL y Fundación Artemisas en articulación con organizaciones como la Red Nacional de Mujeres, la Casa de la Mujeres, la red Nacional de Incidencia Política Nosotras Ahora, Fundación Avina, Extituto de Política abierta, NIMD, y mujeres de todo el país que están convencidas de que la política necesita un mayor presencia de mujeres, y que las mujeres deben ocupar todos los espacios de toma de decisión. Es una apuesta colectiva, orgánica y abierta, e independiente de partidos políticos.
En 2018, Artemisas, FESCOL, Fundación Avina, MAPP OEA, Red Nacional de Mujeres y el Extituto de Política Abierta acompañaron la construcción de la Red de Incidencia Política Nosotras Ahora, un proceso de construcción de redes afectivas y solidarias con mujeres con vocación de poder en todo el país. Desde Nosotras Ahora se acompañaron 88 candidaturas de mujeres en diferentes territorios de Colombia y diversos partidos políticos, de las cuales solo 11 fueron elegidas. En las reflexiones generadas de forma conjunta con los círculos territoriales ubicados en Bajo Cauca, Arauca, Cauca, costa Caribe, y el círculo nacional, se realizó un llamado a incidir en la transformación de las reglas electorales y de las barreras que no pueden ser superadas sin acciones afirmativas que garanticen una participación efectiva, con financiación, acompañamiento real de partidos políticos, y un compromiso de los partidos para garantizar que mujeres participen en cargos de elección popular. Paridad Ya nace en estos espacios de reflexión realizados a finales de 2019 en época post-electoral, y ha sido un proceso de construcción colectiva a la que se han ido sumando organizaciones, iniciativas y mujeres que buscan ocupar la política para habitarla desde los feminismos.
La campaña está enfocada en dos caminos: por un lado, movilizar a la ciudadanía a través de círculos de incidencia y redes sociales para llevar a cabo ejercicio de pedagogía, articulación e incidencia. Por el otro, incidir y articular esfuerzos con congresistas para que la paridad, la alternancia y la universalidad, sean una realidad.
- ¿Qué es, en términos muy sencillos, lo que se busca con la Reforma Política que proponen?
Aunque las mujeres somos el 52% de la población, no ocupamos ni el 30% de los espacios de representación que exige la Ley de Cuotas. Solo el 12% de las Alcaldías y Concejos, el 16% de las Gobernaciones y 19% del Congreso, son ocupados por mujeres.
El proyecto de Reforma Política, que fue archivado la semana pasada (segunda semana de noviembre) en segundo debate en la Plenaria de la Cámara de Representantes, buscaba que el Congreso, las Asambleas y los Concejos se eligieran con listas cerradas, en las que los partidos políticos presentan una lista única, con 50% de mujeres y 50% de hombres, alternando las candidaturas de hombres y mujeres (mujer-hombre-mujer-hombre). Esto elimina el voto preferente, es decir que la ciudadanía vota por un partido y no por un nombre específico. Adicionalmente, este proyecto proponía medidas para fortalecer y democratizar los partidos.
El Artículo 84 del proyecto de reforma al Código Electoral que fue aprobado en primer debate en comisiones conjuntas de Senado y Cámara y que ahora pasará a la Plenaria de ambas corporaciones, propone aumentar la cuota de género del 30% al 40%. Esta cuota existe desde la Ley de Cuotas que obliga a los partidos a presentar listas con 30% de personas pertenecientes al género minoritario en la lista. Sin embargo, se han presentado varias proposiciones para que este artículo no sea una cuota sino paridad, es decir, 50%. Aunque el mundo ideal es que haya paridad, alternancia y universalidad, además de un trabajo juicio de los partidos, lograr el 50% sería un primer paso que abriría la puerta para otras medidas.
- ¿Cuáles son los mayores obstáculos a los que se enfrentan las mujeres a la hora de hacer política electoral?
Hay muchas mujeres capaces que no llegan porque hay barreras estructurales e históricas, como la violencia política. Según una encuesta realizada por el Instituto Holandés para la Democracia con mujeres que hacen parte de cuerpos colegiados y alcaldesas, 63.36% de las mujeres respondieron que la política es un espacio excluyente con las mujeres y solo un 12% respondió que es un espacio igualmente excluyente con los hombres y mujeres. Este mismo estudio evidenció que las mujeres perciben que los criterios de elección de los partidos varían significativamente para los candidatos hombres y las candidatas mujeres.
En términos de los obstáculos para la participación de las mujeres, 58% de las mujeres en cuerpos colegiados respondieron que esto se debe al bajo interés de los partidos en promover candidaturas de mujeres, y 76,92% afirmaron que la causa más importante para desestimular la participación de las mujeres es el poco respaldo económico de los partidos y movimientos políticos a las campañas de las mujeres las desmotiva para ser candidatas.
Asimismo, 63% de las mujeres encuestadas reportó haber sido víctima de acciones específicas de violencia. Las mujeres están más expuestas a la violencia política que los hombres debido, en parte, a los estereotipos y al machismo afianzado en todos los estamentos de la sociedad.
Con los partidos políticos hay mucho trabajo por hacer. Por un lado, necesitamos que apoyen las reformas y los proyectos de ley y, por el otro, es fundamental que los partidos se fortalezcan, democraticen y le den al tema de equidad de género la importancia que se merece. Las listas cerradas solo funcionan si los partidos políticos cuentan con legitimidad y con una democracia interna que asegure que los procesos de elección de candidaturas sean transparentes y democráticos.
La ley puede ser un primer paso, pero es indispensable que los partidos destinen recursos y acompañamiento para una participación efectiva de las mujeres. Según el estudio “Análisis sobre el acceso a recursos para la inclusión efectiva de las mujeres en la política”, de ONU Mujeres Colombia y Transparencia por Colombia en promedio en los últimos tres años los partidos solo han destinado del 3 % al 15 % de la financiación estatal que reciben para promover la inclusión política efectiva de jóvenes, mujeres y minorías étnicas de manera específica y exclusiva a la capacitación e inclusión de mujeres en la política.
- ¿Cómo se moviliza o qué ejercicios hace el movimiento más allá de la agitación en redes?; es decir, ¿existen estrategias de persuasión política directamente con los y las congresistas?
Inicialmente, la campaña se pensó alrededor de encuentros presenciales en muchos lugares del país. Sin embargo, la pandemia nos obligó a redireccionar la estrategia y enfocarnos en el mundo digital. Hemos volcado nuestros esfuerzos a entender nuevas formas de movilización y articulación a través de redes sociales, y a sumar cada vez más personas y organizaciones a través de una estrategia de Círculos de Incidencia en tres niveles: pares (personas que están muy activas en la campaña y generan actividades por su cuenta), aliadas (personas que están al tanto de las actividades y participan en ellas), e información (personas que reciben y comparten información).
En paralelo a esto, nos hemos articulado con congresistas para incidir en proyectos de ley que están en curso. Como lo mencionamos antes, hemos hecho seguimiento a los proyectos de Reforma Política y Código Electoral, sumando fuerzas con los congresistas que están abanderando las causas de la paridad como Adriana Matiz, José Daniel López, Ángela María Robledo, Juanita Goebertus y la Comisión Legal para la Equidad de Género. Además, hemos seguido los debates y acompañado las votaciones.
A través de la primera plataforma digital que promueve causas feministas “Somos Muchas” https://activasomosmuchas.democraciaenred.org/, hemos movilizado a cientos de personas para enviarles mensajes a los y las congresistas para ejercer presión.
Hemos tenido que aprender sobre los obstáculos que pone la digitalidad para vincular a mujeres de distintos territorios de Colombia, para revisar estrategias que permitan vincular a mujeres que son madres y deben encargarse de las labores del cuidado mientras los debates se llevan a cabo en horarios que han empezado las últimas veces después de las 6pm, y en identificar rutas que permitan que la campaña sea apropiada y replicada en cada espacio como una iniciativa de mujeres en todo el país.
- ¿Cómo educar al electorado también sobre los principios de paridad y, sobre todo, a los partidos políticos?
Este es un tema fundamental. Una de las preguntas que nos hemos hecho al interior de la campaña es cómo vincular cada vez más personas y cómo romper las barreras para salirnos de la “burbuja de convencidas”. Para esto las redes sociales son clave y hemos hecho un esfuerzo por crear imágenes, videos y un evento de lanzamiento que sean frescos y muy atractivos. Los círculos de paridad también juegan un rol central para esto, pues nos ayudan a crecer la campaña orgánicamente y vincular cada vez más personas a través de actividades y estrategias que respondan a las realidades y necesidades de cada contexto.
Con los partidos políticos hay mucho trabajo por hacer. Por un lado, necesitamos que apoyen las reformas y los proyectos de ley y, por el otro, es fundamental que los partidos se fortalezcan, democraticen y le den al tema de equidad de género la importancia que se merece. Las listas cerradas solo funcionan si los partidos políticos cuentan con legitimidad y con una democracia interna que asegure que los procesos de elección de candidatos son transparentes y democráticos.
La ley puede ser un primer paso, pero es indispensable que los partidos destinen recursos y acompañamiento para una participación efectiva de las mujeres. Según el estudio “Análisis sobre el acceso a recursos para la inclusión efectiva de las mujeres en la política”, de ONU Mujeres Colombia y Transparencia por Colombia en promedio en los últimos tres años los partidos solo han destinado del 3 % al 15 % de la financiación estatal que reciben para promover la inclusión política efectiva de jóvenes, mujeres y minorías étnicas de manera específica y exclusiva a la capacitación e inclusión de mujeres en la política.
Desde Organización Artemisas y FESCOL hemos tenido algunos acercamientos con partidos y, de hecho, ese era una de las prioridades pero la pandemia cambió los planes. Sin embargo, seguiremos trabajando con los partidos para que la equidad de género y la paridad sean una prioridad real y para que tomen las medidas necesarias. Si la ley pasa, los partidos van a tener la gran oportunidad y responsabilidad de buscar mujeres candidatas para sus listas.
- ¿La paridad legislativa en realidad asegura que en el congreso se discutan y tramiten leyes que mejoren las condiciones de vida de las mujeres y que contribuyan a que se cierren las brechas de la desigualdad?
Tener 50% de mujeres no va a asegurar que la situación de las mujeres mejore. Ser mujer no es sinónimo de tener conciencia de género, de ser feminista o de tener agenda de mujer. Sin embargo, como dice Florence Thomas, si llegan 50% de mujeres uno esperaría que al menos algunas de esas sean feministas y pongan a las mujeres en el centro del debate.
También es importante resaltar que las mujeres queremos llegar a espacios de poder para hablar de todo: salud, educación, infraestructura, cuidado, paz. Estamos convencidas que tener más mujeres en cargos de poder es una ganancia no solo para las mujeres, sino para la sociedad en general.
Finalmente, quisiéramos recalcar que la representación importa. La visión de las mujeres ha estado ausente o invisiblizada y no se trata de que sea una visión o una forma de hacer las cosas mejor o peor, pero sí es una que ha estado ausente y que merece ser escuchada. Es importante que la voz del 52% de la población esté representada, que las mujeres ocupemos espacios de poder y de toma de decisión. También importan los roles a seguir, que las niñas y jóvenes tengan referentes. Empezar por asegurar la paridad abre la puerta para otras medidas que amplíen aún más la representación.
- ¿Son las listas cerradas la única forma de garantizar la paridad legislativa?
No. Las listas cerradas son el camino más evidente, pero no el único. De hecho, tanto en las reuniones de GIREPO (grupo de organizaciones de la sociedad civil) como en los debates de Reforma Política y de Código Electoral han surgido ideas para aplicar paridad a listas abiertas. Una de las opciones sería asignar la mitad de las curules a las mujeres con más votos. Esto puede llegar a ser más complejo, pero no por eso debe descartarse. Otra opción es lograr el 50% en el sistema actual y hacer un trabajo muy juicioso de acompañamiento a candidaturas y con los partidos para asegurar que sus listas tengan candidaturas viables de mujeres, que estas estén en posiciones clave y no como relleno y que cuenten con los recursos necesarios para su campaña y para el ejercicio de su labor una vez son elegidas.
Es importante anotar que el camino legislativo tampoco es el único camino. Desde la campaña hemos pensado en explorar varios caminos como el litigio estratégico para exigir que los principios de paridad, alternancia y universalidad que están estipulados en la Constitución y los compromisos que ha asumido Colombia ante la CEDAW efectivamente se cumplan. La movilización ciudadana seguirá siendo fundamental.
Todo esto debe ir acompañado de un trabajo con mujeres que quieran participar en la política. Desde Nosotras Ahora seguiremos trabajando para acompañar y fortalecer candidaturas, brindar las herramientas necesarias, hacer incidencia y seguir construyendo redes para que cada vez más mujeres puedan ocupar espacios de poder.
- ¿Cómo observa la campaña el efecto que tendría la reforma en el voto de opinión y en la dinámica de los partidos pequeños?, considerando que Colombia es un país donde el voto de opinión le ha dado la victoria a muchos líderes y lideresas importantes.
Es cierto que las listas cerradas y la eliminación del voto preferente suponen un reto para candidaturas de personas jóvenes, no tradicionales o que no hacen parte de maquinarias políticas. Sin embargo, como lo mencionamos antes, el proyecto de reforma política proponía también medidas para fortalecer y democratizar los procesos internos de los partidos y la financiación. Esto abre la puerta para que candidatos y candidatas de un mismo partido no compitan por recursos y no eleven los costos de las campañas a niveles que se vuelven excluyentes.
Por otro lado, el fondo de esto es también despersonalizar la política, verla más allá de los liderazgos individuales y los cacicazgos -que de hecho son una práctica muy patriarcal- y fortalecer procesos colectivos. En la medida en que los partidos se robustecen como la columna vertebral de la democracia representativa, se pueden abrir puertas para otras voces y para una mejor representación. El caso de Estamos Listas en Medellín es un ejemplo muy concreto de una lista cerrada, una candidatura y una concejalía colectiva que está cambiando la forma de hacer y entender la política.