Por Daniela Poblete Ibañez
12horas de debate en el la Cámara de Diputadxs del Congreso Nacional de Argentina y la media sanción se siente, se siente fuerte.
Durante este debate hemos escuchado intervenciones emocionantes, otras técnicamente brillantes, algunas han sido profundamente militantes y por supuesto otras olvidables. Por otro lado, en los alrededores del edificio legislativo la marea verde inundó nuevamente las calles y montó una fiesta de alegría y feminismo.
Y como no iba a ser así, si esta lucha la llevamos marcada en nuestras cuerpas como signo de compañerismo, sororidad y lucha. Esta es nuestra revolución, es nuestra fiesta. La organizamos en grande porque cada derecho conquistado nos cuesta cansancio, determinación, convicción y muchas veces también nos cuesta la vida.
Hoy estamos viviendo una jornada histórica. Hace dos años soportamos el frío y la incertidumbre de no saber cuales serán los resultados. Hoy, soportando una jornada de 35 grados de temperatura tenemos un poco más de certeza porque, después del contrapié que tuvimos en el senado en el año 2018, multiplicamos nuestra militancia y no se descansó un día.
Lo que muchos llamaron un derrota para las «pañuelo verde» fue un aprendizaje que nos llenó de fortaleza porque nosotras y nosotres sabemos de adversidades e injusticias y, a pesar de todo lo que nos han querido negar, aquí estamos de pie y de frente.
Dicen que habrá una votación a favor del 50% de les diputades y que el restante 50% se divide entre votos en contra, abstenciones y dudosos. También dicen que este debate terminará a las 6 de la mañana aproximadamente. Nosotras y nosotres nos quedaremos hasta el final, porque sabemos que sale porque salimos, porque aunque algunes quieran decir que esta no es una demanda mayoritaria de las, les y los habitantes de Argentina, estamos demostrando que el aborto ya es legal en las calles y que sólo falta que quienes nos representan hagan eco en la institucionalidad de lo que una puebla entera quiere.
Las cartas están tiradas y las brujas estamos preparadas. Vamos a abrazarnos y a llorar porque nos merecemos la justicia, los derechos y por sobre todo; nos merecemos la vida ¡Que sea Ley!
