*Por Noelia Díaz Esquivel
El segundo día del Encuentro Trinacional de mujeres chaqueñas fue una ceremonia sagrada de abrazos, conversaciones y escucha, en busca de soluciones locales a problemas globales como la crisis climática.
Ofrendas de flores, artesanías, tapetes, el penetrante aroma de plantas medicinales que se transformaban en humo en contacto con el fuego atrapado en pequeñas vasijas de barro, formaban parte del ritual de bienvenida al segundo día del encuentro trinacional de mujeres chaqueñas.

El fuego, elemento aglutinador que transforma energías. Fotografía: Rodrigo Da Silva.
La celebración del ritual pronto se transformó en una fiesta de abrazos, en una ceremonia de convivencia y fraternidad. El amplio salón se convirtió en un lugar donde se construyen saberes y conocimientos que transforman e intervienen en la vida y en el territorio.

Abrazos sanadores, solidaridos. Fotografía: Rodrigo Da Silva.
Tras una ronda de presentación, se dio lugar a la conformación del primer panel integrado por lideresas de Bolivia, Brasil, Argentina y Paraguay con el objetivo de hacer circular las palabras para compartir historias y construir, juntas, propuestas de soluciones.

Panel conformado por lideresas de Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y África. Fotografía: Rodrigo Da Silva.
Desde Bolivia destacaron la falta de agua en las comunidades a causa de la invasión de empresas petroleras que extraen no sólo “oro negro”, sino también destruyen impunemente el medio ambiente. Denunciaron que ante la posibilidad de deshidratación están obligadas a comprar agua.
Vanessa Neco, representante de Asesa, de Maranhao, Brasil, señaló que la expansión del agronegocio que incluye la plantación extensiva de soja y tierras destinadas al pastoreo, además de la instalación de empresas de celulosa, son las principales amenazas contra el territorio, la fauna, la flora y la vida misma de las comunidades indígenas y campesinas de su región. Una coalición de cinco organizaciones que aglutina a 49 comunidades, trabaja en red para defender esas tierras, según explicó.
Las sequías, los incontrolables incendios forestales, las inundaciones, las severas tormentas son consecuencias del cambio climático y afectan por igual a todas las naciones latinoamericanas, “sabemos que los principales responsables de todo esto es el norte global y más que nunca debemos levantar nuestras voces para que se tomen acciones que transformen sus prácticas en nombre del desarrollo”, señala Mariana Franco, miembro del Colectivo de mujeres del Chaco Americano y del Grupo Sunú.
Estas realidades afectan de manera directa a las mujeres, sus hijas e hijos y a las juventudes, porque muchas veces las fuerzan a migrar a otros lugares ocasionando el recrudecimiento de las violencias. Las juventudes, por otro lado, hablaron de la necesidad de atención en salud mental y de poder expresarse para contribuir en la búsqueda e implementación de soluciones.

Dialogo y escucha para buscar soluciones juntas. Fotografía: Rodrigo Da Silva.
Tras identificar las problemáticas, en el tercer día de encuentro, se pensará colectivamente en soluciones en la línea de fortalecer las organizaciones de base a nivel local, para luego tejer alianzas que amplifiquen las voces que lleguen a espacios de decisión política.
*𝘌𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘢𝘵𝘦𝘳𝘪𝘢𝘭 𝘧𝘶𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘥𝘶𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘳𝘤𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘰𝘨𝘳𝘢𝘮𝘢 𝘝𝘰𝘤𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘈𝘤𝘤𝘪ó𝘯 𝘊𝘭𝘪𝘮á𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘑𝘶𝘴𝘵𝘢 (𝘝𝘈𝘊), 𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘞𝘞𝘍-𝘗𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺 𝘺 𝘍𝘶𝘯𝘥𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘈𝘷𝘪𝘯𝘢.