*Por Paola Kolher
Qué nos queda, te pregunté,
la vida, respondiste,
y me quedé mirando mientras te ibas.
imaginando como sería otra vida y no ésta, que nos agobia y nos mata,
otra vida, donde seamos posible, donde las calles sean nuestras, donde mis manos con las tuyas se levanten.
Donde no nos apaguen con discursos liberales y nos alejen con el cuento del esfuerzo, donde las injusticias nos sigan doliendo, donde seamos reales, sin miedo, sin filtros y sin caretas.
Y continué mirando mientras te perdías entre la gente y no alcancé a decirte que cuando te falten ganas, te presto las mías,
no sé si me escuchaste murmurar que tengo una playlist que puede salvarte, que tengo mi escucha y tengo palabras, que pueden viajar como estampillas a donde vayas.
Me olvidé de mirar las noticias de hoy, me olvidé del sobre con pasajes abiertos.
No me olvidé del jazmín del portón principal, por donde entrabas en aquel tiempo,
donde todavía había tanta vida, donde todavía te encuentro.
