
Ilustración: milenio.com
*Por Sonia Martina
“No seas kuña’i” no llores pareces nena, frases así se han hecho cotidianas en las crianzas de las niñeces paraguayas. Se desvaloriza la feminidad y todo lo que parezca o tenga relación con lo femenino es categorizado como “malo”.
Las niñas son educadas bajo mandatos como “no seas argel, sonreí, sé amable, servile a tu hermano, aguantá para eso estamos las mujeres” y otras imposiciones que imperceptiblemente desde la niñez la van convirtiendo en ciudadana de segunda categoría al servicio de los hombres, desde una posición de sumisión y desvalorización.
Van creciendo niños que aprenden a reprimir sus emociones por temor a ser tachados de débiles y absorviendo el mandato de la masculinidad que reciben del entorno más cercano, para ser hombre hay que ser violento, (no hay que sentir ni sufrir) este modelo empieza en la primera infancia en el entorno familiar y luego este mandato se va reforzado en el entorno educativo y social.
¿Cómo es que una sociedad que inculca y refuerza un ideal de masculinidad basado en la estereotipo de hombre fuerte, violento, sin sentimientos? ¿Cuándo un hombre empieza a ejercer ese mandato impuesto y recibido de su entorno lo juzga y lo condena?
En las evaluaciones y trabajo con los agresores éstos relatan una vida caracterizada, en su mayoría, con un vacío en la vida afectiva y un casi desconocimiento de sus relaciones parentales, la educación se ha basado en el castigo físico. Llena de carencias afectivas, ellos aprendieron que los golpes son normales desde la infancia y hasta han visto cómo sus figuras que deberían ser cuidadores ejercían violencia sobre sus madres y familiares.
Las niñeces en nuestro país están abandonadas. No son cuidadas ni estimuladas, aprenden que el maltrato y el castigo físico son normales.
¿Qué se supone que serán en su vida adulta? Si las niñas aprenden a ser sumisas y serviles y los niños aprenden que ser violentos es ser un buen hombre. ¿Cómo se supone que en su vida adulta desarrollarán relaciones responsables y saludables? Hoy una adolescente víctima de feminicidio, ayer una niña víctima de abuso murió cruelmente. Estas son noticias cotidianas de nuestra sociedad.
La sociedad toda está en deuda, es urgente tomar medidas y posición política sobre la violencia, solo el castigo no es una solución, es urgente discutir estos temas.
Es necesaria educación sexual integral desde la primera infancia, si lo seguimos ignorando se repetirán historias como las de las niñas, adolescentes y mujeres que han sido asesinadas por la violencia machista.