*Por Emilia Yugovich
Edición: Equipo Editorial Revista Emancipa
Esa noche, alrededor del fuego, nos turnamos para revolver la salsa para los fideos.
—¿En sentido horario? —, pregunté mientras recibía el cucharón de madera.
—En el sentido que quieras —fue la respuesta.
Al rato, llegaron los fideos. Yo, concentrada en la tarea de embadurnarlos con salsa, ahí al aire libre y sobre el fogón. Pronto, la cena estaría lista y veinte personas nos agolparíamos en torno a la larga mesa. Era la sexta y última noche en la casa habitada por el kaos, con K, donde el sentido de los relojes no importaba.
A 50 kilómetros de la capital, en la ciudad de San Bernardino, se desarrolló Kaos, la segunda edición de una residencia artística que tuvo lugar del 13 al 19 de julio pasado. Esta vez, con la modalidad de convivencia, la organización se propuso generar las condiciones para que los procesos creativos y las búsquedas de les residentes se crucen y se nutran entre sí.
La primera experiencia, “Mujeres en Residencia”, fue impulsada por la agrupación Nhi Mu Teatro Aéreo, en Asunción en 2021. Tres años después, la directora de teatro, Fátima Fernández, y la educadora social, Flori Rodríguez, creadoras de Proyecto FARO, tomaban la posta para dar continuidad a esta modalidad de creación colectiva. Ambas, entienden que el arte y la política son dos dimensiones de algo que no se puede separar. Con esa idea, apostaron a que Kaos diera un paso más: profundizar la búsqueda artística con una mirada política.
Una semana después, Fátima y Flori, que tuvieron a su cargo la coordinación de esta edición de Kaos, cuentan lo que las movió para la creación de este espacio.
En el inicio fue convivir para crear
Fátima considera que la residencia artística es una creación colectiva y colaborativa. “Convivíamos un montón para crear”, dice en un audio de WhatsApp. Sobre la interacción entre las distintas disciplinas del arte, cree que se trata de algo fundamental “porque hace que se enriquezcan los proyectos”.
Segundos después, entra otro mensaje. Se escucha la voz de Flori que dice: “Así nace Kaos”. Explica que, en esta segunda edición de la residencia, quisieron hacerlo más intensivo. “Quisimos crear una burbuja durante un tiempo para estar realmente concentrades en lo que estábamos haciendo. Con relación a lo multidisciplinario, yo creo necesaria la creación colectiva, las diferentes miradas y creo en la riqueza de un proyecto cuando se le inyectan cuestiones desde las diferentes disciplinas artísticas. Es completamente necesario que se entrelacen las cosas”, expresó.
La profundidad política del kaos
Fátima cuenta que, además de ser un espacio de creación multidisciplinaria artística, es también un espacio para ensayar otras formas de organizar y de comunicarnos con las personas. Para ella, el haber pensado mucho la convocatoria, la naturaleza del espacio, el por qué mujeres, personas trans y no binarias, tiene que ver con lo que a ellas les interesa construir y con quiénes quieren hacerlo. “Si algo teníamos claro en esta residencia, eran las ganas de que se den charlas que a nosotras nos parecían demasiado necesarias dentro del ámbito de la creación, porque no nos parece que el arte sea algo separado de la política, sino que es un todo, está todo junto. Necesitamos escuchar nuestras voces.”, termina diciendo.
Flori contó que la residencia va por el lado de que necesitamos tener conciencia de nuestros contextos y de la coyuntura política.. “Existen residencias en las que se trabaja meramente el arte por el arte, pero no es el tipo de residencia que nosotras estamos buscando, justamente porque nuestras militancias feministas también se encuentran acá y es desde acá, desde el arte y desde este tipo de proyectos que estamos construyendo una nueva forma de hacer, de organizarnos y de comunicarnos. Queremos construir los cimientos de una militancia artística de creación colectiva y con conciencia política”, explica.
Kaos: “vacío que ocupa un hueco”, como decían los griegos
“¡Qué fortuna!”, pensé mientras revolvía la salsa para los fideos con el cucharón de madera que había recibido de manos de Selva Fox. Un rato antes, se había desarrollado el último conversatorio de la residencia. Fui invitada a acompañar ese momento, junto con Elías Colmán, Rocío Robledo y Montserrat Vera, amigues y compañeres que trabajan en el ámbito del arte, la cultura, la academia y la psicología. En poco tiempo, entre residentes y visitantes, llenamos el espacio con reflexiones sobre el arte como herramienta transformadora, la micropolítica en la construcción de espacios seguros de resistencia para la creación colectiva, las nociones de autocuidado para sobrevivir al capitalismo tardío, sus crisis y sus formas de dominación, así como también la necesidad de conectarnos con la alteridad como principio básico de humanidad.
Dicen algunos sitios de internet de fuentes no verificables que Kaos, en griego, significa “vacío que ocupa un hueco”. Y yo, como elijo creer, entendí que cada edición de Kaos es una burbuja de vacío creada para ser ocupada enteramente por búsquedas artísticas atravesadas por una mirada política de respeto a la dignidad humana y a nuestros territorios. Es un espacio fundamental de resistencia, una oportunidad para detener el tiempo y crear(nos) en relación con otras personas y, por si todo esto no fuese suficiente, para alimentar a nuestras almas a través del arte comprometido.
Un testimonio de compromiso
La realización de esta edición de Kaos, fue posible gracias a las personas que pusieron cuerpo a cada uno de los equipos.
– Coordinación: Fátima Fernández – Flori Rodríguez
– Coordinación de producción : Fátima Fernández
– Producción ejecutiva: Patricia Sanchez – Patricia Masera – Selva Fox
– Asistencia en producción: Silvia Agüero – Elias Colmán – Gabriela Cueto – Pietu Zorrilla
– Mediadora: Silvia Agüero
– Logística: Silvia Agüero – Pietu Zorrilla
– Diseño e imagen: Guadalupe Lobo
– Comunicación y redes: Lía Benitez
– Prensa: Stefy Ramírez
– Registro audiovisual: Milena Coral – Gabriela Cueto
– Coordinación de cocina: Selva Fox
– Asistencia de cocina: Pietu Zorrilla – Rebeca Elias – Gaby Cuellar – Luciana Mascareño
– Colaboración en administración y producción: Karen Fraenkel, Patricia Masera
Residentes
El proceso de selección de residentes se realizó en dos etapas. Medio centenar de proyectos y perfiles fueron analizados para que sus creadores participaran de la experiencia de la residencia artística. Resultaron seleccionades: Romina Aquino (PY), Paola Ferraro (PY), Johana Moreira (PY), Nastia Goiburú (PY), Gaita Nihil (ARG) y Osías del Cerro (ARG). Se sumaron también como residentes invitades Jessica Tortul (ARG), Flori Rodriguez (ES), Fátima Fernández (PY), Selva Fox (PY) y Guadalupe Lobo (PY).