*Por Noelia Díaz Esquivel
Cristian Kriskovich, nunca debió ser el único candidato para la elección de representantes de la Universidad Católica ante el Consejo de la Magistratura, de esta afirmación dan cuenta instrumentos públicos a los que tuvo acceso Revista Emancipa. La demanda, contra la UCA, por avalar elecciones viciadas se realizó ante la Justicia Electoral en el año 2013.
En el 2013 la UCA llamó a elecciones para elección de representante de la institución ante el Consejo de la Magistratura. En ese momento la Universidad del Norte se presentó ante la Justicia Electoral, ya que entendió, cumplía con los requisitos para entrar en el proceso eleccionario. Sin embargo, la UCA impugnó el pedido de la UNINORTE y quedó como única universidad privada con la posibilidad de elegir un/una candidato/ta. De hecho, hasta la fecha, no existe ley reglamentaria que determine qué procedimiento seguirán las universidades privadas que cumplan con la antigüedad establecida por la Constitución Nacional (con no menos de veinte años de funcionamiento, Art. 262 C.N) para elegir de forma conjunta un candidato/ta.
En el marco del proceso de elecciones mencionado se presenta, Cristian Kriskovich y como suplente Arsenio Argüello Ortiz de Ciudad del Este. Desde Encarnación se candidata Gladys Barrios y como suplente la doctora Janice Ayala Talavera, de Villarrica. La dupla Barrios-Ayala Talavera se presentó en tiempo oportuno y de forma personal. La reglamentación habla de presentaciones a través de apoderados/das y por medio de una carta poder, Kriskovich se toma de ello e impugna la candidatura. Las impugnadas argumentan que si está permitido presentar candidaturas a través de un tercero con más razón debiera permitírseles presentarse en forma personal. Por lo que según las candidatas no había razón para impugnar las candidaturas. Sin embargo, automáticamente y darse oportunidad de contestar la impugnación a las candidatas impugnadas se hace lugar la impugnación por una resolución de fecha 02 de agosto de 2013. Las afectadas apelaron y fue nuevamente rechazado este recurso el 19 de agosto de 2013.
Por otro lado existía otra candidatura en Asunción, se trataba de doctora Antonia Edith Irigoitia y como suplente Mónica Cáceres de Mazó, a quienes Kriskovich también impugnó. La chapa Carmen Coronel y Cesar Zelada desiste. De esta manera se allanó, institucionalmente, todo el camino para que Kriskovich sea elegido.
Todas las resoluciones que salen del rectorado, en donde se encontraba el abogado César Ruffinelli, compañero de oficina de Kriskovich son llevadas ante la Justicia Electoral. La abogada Barrios demanda y gana en primera instancia. Sin embargo el equipo de protección de Kriskovich apela y el Tribunal Superior de Justicia Electoral (con Bestard y Wapenka recientemente incorporados) resuelve hacer lugar a la apelación y revocar la resolución de primera instancia (En una resolución jurídicamente cuestionable).
Para ese entonces, estando aún en trámite la apelación, ya Kriskovich estaba jurando. Se pidió informe al Senado y se comunicó que había un proceso judicial de por medio, sin embargo, no se suspende el juramento. En esa jornada el entonces Senador Eduardo Petta solicita a sus pares que no se le tome juramento a kriskovich estando pendiente una causa judicial. Pero la decisión política de su juramento ya estaba tomada. Lo más llamativo fue que por la forma en que se concedió la apelación (sin efecto suspensivo) interín se tramitaba la apelación, debía cumplirse la sentencia de primera instancia del tribunal electoral que hacía lugar al pedido de la candidata impugnada, sin embargo la UCA abiertamente desacata la resolución, decreta vencedor a Kriskovich que fue como candidato único, en unas elecciones nulas, igualmente avalada por los docentes de la carrera de Derecho de Asunción, cuya Asociación Docente sigue apoyando a Kriskovich hasta la fecha. Recordemos que el actual decano es precisamente quien en su momento fuera el Secretario General que firmó todas las resoluciones del Rectorado que fueran llevadas ante la Justicia Electoral.
Esta descripción de hechos muestra la gran responsabilidad de los abogados, quienes en conocimiento de las leyes, permitieron legitimar resoluciones judiciales a medida, con argumentos jurídicos descabellados. María Belén Whittingslow no es el única víctima de una red con mucho poder y que además se encargó de fulminar las aspiraciones, de todas las mujeres, que quisieron ocupar un lugar en el Consejo de la Magistratura.
Para acceder a más información sobre este caso te dejamos estos enlaces:
Prófuga de la Justicia Machista
El acoso y su relación con el género, la clase, el poder y la iglesia
0 comentarios