Crimen organizado en Paraguay y sus “efectos” colaterales

*Por Noelia Díaz Esquivel

Como cualquiera de nosotras en un concierto, ella, estaba feliz, cantando, bailando, tomando unas birras para aplacar el calor y la euforia del momento. Fue al baño, acompañada de otras personas, y en el momento menos pensado una de las balas que tenía otro objetivo la impactó. Cristina “Vita” Aranda de 29 años, madre de tres niños pequeños, falleció, víctima del sicariato.

“Vuela alto nena hermosa. No te conozco pero tenías todo el derecho de ir a un concierto y volver a sana, salva y feliz a tu casa. La próxima puedo ser yo, una de mis hijas, la vecina de enfrente. Hoy, todo somos vos y todos nos morimos un poquito contigo” dice el posteo de Ana Greenwood,  uno de los miles que se leen en redes sociales. 

Según la policía y la fiscalía el objetivo del atentado en el anfiteatro de San Bernardino era Marcos Ignacio Rojas Mora (29), quien también falleció tras recibir 8 balazos. Según explicaron los investigadores uno de los disparos que atravesó al hombre también mató a Vita Aranda. 

El ataque del domingo a la noche dejó además seis heridos, dos de los cuales tienen antecedentes relacionados con el narcotráfico. Uno de ellos, José Luis Bogado Quevedo, de 38 años, alias Kuré, es oriundo de Pedro Juan Caballero y sobre él pesa una orden de extradición por parte del Brasil, donde tiene una condena pendiente de 17 años de cárcel por tráfico internacional de cocaína. Pero además tiene varias órdenes de captura a nivel nacional, sin embargo circulaba con total libertad porque sus antecedentes fueron borrados por la propia policía.

El narcotráfico en Paraguay y sus nexos con la política son innegables, pero es como esos secretos a voces, todos lo saben, lo comentan, pero sin pruebas no hay culpables. ¿Por qué no hay pruebas?.

“La narco-política es un fenómeno que existe en Paraguay y estamos en el cuarto lugar en cuanto a crimen organizado fortalecido del Continente y en segundo lugar en la región. La ruta de la droga no podría existir si no existieran personas que habiliten esto, claramente hay conexión pero yo no puedo decir quiénes son porque no se y si supiera y lo dijera no pasaría de esta noche” dijo la ex ministra de justicia, la Dra. Alejandra Peralta, en comunicación con #LaBuenaYunta.

En una investigación realizada por Jorge RolónLuna y publicada en la revista digital “Tereré Cómplice” se presentan estadísticas sobre el sicariato en Paraguay. Este trabajo es producto de varios años y recopila datos periodísticos. EL autor señala que no existen estadísticas oficiales, por lo que recurrió a los medios de comunicación como fuente de datos.

Según la publicación los episodios de sicaritos en los dos últimos años ascienden a 133 en 2020 y 151 en 2021. En 2020 hubo 140 muertos en 2020 y 150 en 2021, mientras que se registraron 29 heridos en 2020 y 35 en 2021. Tras observar la cantidad de muertes frente a los heridos, se puede concluir la abrumadora letalidad de estos episodios.

Con estos datos, Rolón Luna afirma que “nos encontramos ante un fenómeno asentado, constante, con promedios más o menos estables y en franco aumento”.

En la misma línea pero mencionando los nexos de narcotráfico con la política, la senadora Esperanza Martínez, a través de un hilo en Twitter menciona que: 

“Detrás de la violencia que hoy nos toca, hay responsables concretos. El narcotráfico, surge y se extiende con la protección y privilegios del estronismo y un pacto con las FFAA, un sector del partido de gobierno y grupos económicos que ayudaron a blanquear el dinero sucio”. 

“Durante la transición, la incapacidad de consolidar instituciones democráticas, que terminaron dominadas por la corrupción y la prebenda, garantizaron impunidad y protección al crimen organizado. Algunos se volvieron exitosos empresarios. Como sociedad, miramos para otro lado. “

“Ayer la violencia golpeó a nuestras puertas. Frente a 20mil personas. El miedo y la inseguridad ya no se sienten solo en las fronteras. Parar esto requiere de un consenso social real, coraje y por sobre todo de un gobierno que no deba favores, ni sea parte del crimen organizado”.

Recordemos que el 26 de abril de 1991 se produjo el asesinato del periodista Santiago Leguizamón, evento que marca el inicio de la narco-política en Paraguay. El proceso de crecimiento de este fenómeno fue lento pero sostenido. Hoy está instalado.

Ante los últimos acontecimientos todos, todas,todes somos los posibles próximos efectos colaterales de la narco-política.

¿Cuál será el rol de Estado para frenar la violencia del crimen organizado? ¿Qué haremos como sociedad en las próximas elecciones generales del 2023?

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