“Lucha prolongada contra todas las injusticias”, bajo este lema se realiza la a la XXVII marcha campesina, indígena y popular en Paraguay. La llegada a la capital, Asunción, se inició el domingo y las movilizaciones empezaron exigiendo la destitución de la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, que finalmente fue enviado al archivo.
Los y las campesinas llegadas desde distintos lugares del país exigen la derogación de la Ley Zavala-Riera, una ley de emergencia por la sequía y reactivación en el campo, además de regularización de asentamientos, entre otros reclamos.

Fotografía: Luis Vera
Las mujeres que luchan también participan activamente de las movilizaciones y exigen:
- Basta de embarazos precoces de niñas y adolescentes, denuncian la desidia del Estado que no garantiza los derechos a la educación sexual a las niñas y adolescentes y las obliga a ser madres, aun siendo víctimas de abusos sexuales.
- Basta de desalojos violentos, las mujeres campesinas y las niñas son las principales víctimas de los desalojos violentos.
- Basta de criminalizar las luchas sociales
- Basta de agrotóxicos, el Estado paraguayo no ofrece garantías a la población campesina para vivir en un ambiente libre de agrotóxicos.
- Basta de violencia intrafamiliar, las mujeres mueren en manos de sus parejas por la falta de justicia.
- Basta de abuso sexual en niños/as.
- Basta de discriminación en los hospitales públicos por ser campesinas e indígenas.
Las campesinas y mujeres indígenas exigen justicia y el cumplimiento de los derechos humanos. Con vehemencia le recuerdan al gobierno y a la sociedad que la tierra es de quien la trabaja. Exigen una reforma agraria que garantice asistencia crediticia a las mujeres campesinas productoras.

Fotografía: Luis Vera
Juntas y organizadas gritan:
¡El Estado debe garantizar el acceso a la tierra, a la salud y la educación. Queremos vivir libres de agrotóxicos. ¡Queremos una vida digna! ¡Queremos vivir libres de violencia!