*Por: Mayra Rivarola
«Nada es imposible», «El cielo es el límite», «Dentro de ti hay un poder sin límites que puedes desatar si cambias tu actitud» son mensajes que aparecen frecuentemente en nuestras sociedades modernas y chocan con la realidad de precariedad, inestabilidad, incesante competencia y profunda soledad de nuestras sociedades neoliberales.
El resultado de esto es evidente. Dominan la insatisfacción, la culpa, la depresión, la ansiedad y, por último, lo que hoy se conoce como el síndrome de burnout, que no es otra cosa más que un agotamiento extremo como resultado a la exposición de estrés crónico, según lo define la Organización Mundial de la Salud.
Nada lo explica mejor que uno de los hits swiftianos más recientes – I can do it with a broken heart (Lo puedo hacer hasta con un corazón roto). Horas después de su lanzamiento como parte del disco The Tortured Poets Department, una de las frases más replicadas en TikTok fue «I cry a lot but I am so productive, it’s an art» (Lloro mucho pero soy tan productiva, es un arte), demuestran el valor que como sociedad asignamos a la productividad, independientemente de nuestro estado emocional y o hasta de salud.
En un duro contraste con el brillo del Eras Tour de Taylor Swift, la depresión, la ansiedad, el síndrome del agotamiento, el trastorno por déficit de atención dominan nuestro tiempo. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han lo describe como la «sociedad del agotamiento »pero, ¿qué tiene que ver Taylor Swift con todo esto?
La teoría de Byung-Chul Han se basa en la transición de la sociedad disciplinaria de Michel Foucault a la sociedad del logro, la positividad, la hiperactividad y el narcisismo. El control que antes se ejercía principalmente a través de las instituciones educativas, hoy ha hecho nido en nuestras cabezas. Somos nuestro propio patrullero. Y este es un elemento fundamental en el sostenimiento y reproducción voraz del capitalismo del siglo XXI.
Cueste lo que cueste, tenemos la autoexigencia de buscar incansablemente el éxito. «Hoy cada uno/a es un/a trabajador/a que se autoexplota en su propia empresa. Las personas ahora son amo y esclavo al mismo tiempo, »dice Byung-Chul Han en una de sus frases más resaltadas del libro Burnout Society.
Esta autoexigencia nos lleva a mantenernos constantemente ocupados e insatisfechos en un contexto de inestabilidad, precariedad, competencia y soledad.
Lights, camera, bitch – smile, even when you wanna die (Luces, cámara, ¡sonríe perra! Hasta cuando quieras morir).
No en vano dicen que una de las claves de la arrasante popularidad de Taylor Swift se encuentra en su capacidad de escribir canciones con las cuales podemos identificarnos fácilmente.
O en este caso, con las cuales reforzamos la ideología capitalista que iguala el valor personal al valor profesional, especialmente cuando este llega a pesar del burnout. Como lo dice la reina de los corazones rotos: You know you’re good when you can even do it with a broken heart (Sabes que eres buena cuando puedes hacerlo hasta con el corazón roto).